domingo, 23 de agosto de 2009

Cómo deshacerse de un diablo erótico


Resulta extremadamente difícil quitarse de encima (o de debajo) a un demonio lúbrico, en primer lugar porque es necesaria una gran fuerza de voluntad: a nadie le amarga un dulce y los orgasmos que se alcanzan en las cópulas con estos seres son sobrenaturales, así que el primer paso es tener determinación y decidir librarse del demonio a toda costa, haciendo oídos sordos a sus cantos de sirena y rechazando sus ofertas sexuales. Luego hay que tender una trampa ritual para espíritus y encerrarlo en una botella, un cristal o un triángulo, lo cual requiere unos conocimientos de magia bastante avanzados.
También es posible deshacerse de estos demonios usando la gnosis liminal para reabsorber en el propio cuerpo las cualidades y el nombre de la entidad, eliminando toda asociación erótica, aunque sea a base de duchas frías o hielo en los genitales. Aunque suene rara, no es una técnica tan diferente a la que se suele usar para exorcizar amantes de carne y hueso.

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